En MaGIC nos apasionan los guisos, sobre todo para esta época del año. Además, ¡con esta lluvia no nos apetece otra cosa!
Somos conscientes de que es mucha la gente que o no los valora, ya sea porque solo tienen una receta en la cabeza, o simplemente porque no le dedican el suficiente esmero y el plato les parece del montón, sin nada que destacar.
Y es que el guisar, como ya lo decían Chaori y Barber, y Lázaro Bertaner, es todo un arte.
¡Empezamos!
Cómo guisar, pero bien
Lo primero de todo es tener claro que un guiso es una cocción prolongada y suave. Si no tienes tiempo, no te lances a esta aventura; el que avisa no es traidor.
El ingrediente principal va a ser el agua o caldo que elijamos para cocinar los demás, que van a consistir sobre todo en verduras y tubérculos, y en carne, pescado o legumbres como elemento fuerte.
Siguiendo los consejos de MaGIC, te va a quedar un plato perfectamente cremoso, con todos los ingredientes ligados e integrados.
Para que cuando termines, puedas acabar de disfrutarlo haciendo barquitos y chupándole los dedos.
Dora la proteína
Echa un chorrito de aceite de oliva a la olla y empieza a dorar la carne, el pescado o la proteína de origen vegetal que prefieras. Después apártala y guárdala para más adelante.
Prepara un buen sofrito
Sean cuales sean las verduras que elijas cocinar, en MaGIC, como buenos amantes de la gastronomía mediterránea, siempre vamos a recomendarte pochar cebollita y ajito.
Primero siempre la cebolla y después el ajo. Ten en cuenta que la primera tiene mucha más agua y que si lo haces al revés, probablemente se te queme el ajo, y la cebolla no te quede en el punto que buscas.
Cuando la cebolla comience a transparentar, añade las demás verduras y cocínalas bien, a fuego lento. Entonces, incorpora el vino que mejor combine con tu guiso, y no olvides desglasar bien rascando el fondo de la olla con un utensilio de madera. Espera unos 3 o 4 minutos para que evapore del todo el alcohol.
Únelo todo
Añade la carne a tu rico sofrito y deja que se una bien todo, para después echar el líquido con el que cocinarlo todo; agua o caldo.
Deja que cueza
Tapa la olla y deja que se cueza todo a fuego lento durante, más o menos, una hora, aunque depende del tipo, la cantidad y la calidad de la proteína que estés trabajando.
Ahora que ya está todo cocinado e integrado, sube el fuego, lleva el guiso a ebullición y remuévelo bien para que vaya disminuyendo el volumen y adquiriendo cuerpo. Es el momento también de incorporar las especias y las hierbas aromáticas que consideres.
Desgrasa
Un poco de grasa da mucho sabor, pero todo tiene su límite. Simplemente, deja enfriar el guisito y cuando se solidifique la capa superior, o sea, el exceso de grasa, retírala fácilmente con una cuchara.
¡Emplata y disfruta!
¡A comer! ¡Y no olvides coger pan y mojar, es lo mejor de los guisos!
Esperamos que nuestro artículo te sea de utilidad y poco a poco te conviertas en el maestro de los guisos. ¡Ah, y no olvides mencionar a MaGIC en redes cuando subas fotos de tus maravillosas recetas!