El 10 de febrero se celebra el Día Mundial de las Legumbres, y por eso en MaGIC hemos decidido aprovechar este artículo para concienciar sobre el papel de estos cultivos.
Tanto por su contribución al medio ambiente, como por su gran importancia en nuestra dieta diaria, las legumbres merecen tener su día mundial.
Además, os hemos dejado una recetita de regalo, muy característica en el mundo de las legumbres. ¡Empezamos!
Por qué el 10 de febrero es El Día Mundial de las Legumbres
Las legumbres son plantas que se cultivan tanto para consumo humano como para otros usos, y tienen una amplia variedad de usos, como se destaca en la proclamación de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que declaró el 10 de febrero como Día Mundial de las Legumbres.
Estas plantas son ricas en nutrientes y contienen muchas vitaminas y minerales esenciales para la salud. Además, su larga vida útil las convierte en una forma de ampliar la variedad de dietas, reducir el desperdicio de alimentos y apoyar la resiliencia ante el cambio climático y otras tensiones de recursos.
Por lo tanto, el 10 de febrero es un día para celebrar estos cultivos maravillosos, y reconocer su aporte al medio ambiente.
Qué aportan las legumbres a nuestra dieta
Las legumbres, como judías, guisantes, lentejas, soja y alubias, son una excelente fuente de nutrientes para nuestras dietas. Estas contienen proteínas vegetales y son ricas en fibra, lo que ayuda a los niveles de colesterol y a la digestión. Además, tienen un alto contenido de minerales, como magnesio, hierro, zinc y potasio, lo que los hace una fantástica fuente para personas vegetarianas o veganas.
Las legumbres son una fuente de energía saludable, ya que su contenido de grasas es mínimo, por lo que también son una buena opción para aquellos que desean mantener un peso saludable. También son una muy buena fuente de vitamina B, lo que ayuda a mantener nuestros glóbulos rojos y a promover una salud óptima.
Bonus del Día Mundial de las Legumbres: Cómo hacer una buena fabada asturiana
Ingredientes
Tened en cuenta que las cantidades son para cuatro personas. La dificultad es muy baja, aunque entre las 8 horas de remojo y las 3 horas de cocción, tardaréis unas 11 horas en cocinar vuestra fabada asturiana.
- Fabes: 450 g
- Cebolla: 250 g
- Ajo: 2 dientes
- Chorizo asturiano: 2
- Morcilla asturiana: 2
- Lacón: 200 g
- Tocino: 200 g
- Laurel: 1 hoja
- Aceite de oliva virgen extra: 45 ml
Procedimiento
El día anterior al que nos apetezca fabada asturiana para comer, pondremos a remojo las alubias en un recipiente grande, ya que engordarán un poco.
Al día siguiente, pondremos las alubias en una olla bien honda, añadiremos los dientes de ajo, las cebollas peladas, el aceite de oliva y las hojas de laurel. Cubriremos con agua hasta rebasar dos dedos las habas, la llevaremos a ebullición, y luego “asustaremos les fabes”; cortaremos la cocción con un vaso de agua bien fría. Volveremos a asustarlas dos veces más a lo largo de la cocción.
Mientras, le daremos un hervor a la carne en otra olla pequeña, para engordar y desgrasar un poco la carne. Después de darle el primer susto a las alubias, añadiremos toda la carne a la olla de estas y seguiremos cocinándolas a fuego medio-bajo durante, más o menos, tres horas.
¡No olvidéis desespumar y desgrasar vuestra fabada a medida que va cociéndose!
Si observamos que se queda sin líquido, añadiremos poco a poco pequeñas cantidades de agua caliente. ¡Acordaos de asustar dos veces más “les fabes” con agua fría durante la cocción!
Después de las tres horas, cuando estén las alubias bien cocinadas, corrige de sal y deja que se cocine unos minutos, para que la sal pueda absorberse bien.
¡Y listo! ¡Ya podéis llamarle fabada a vuestras alubias!
Esperamos que os haya gustado este homenaje a las legumbres en el Día Mundial de las Legumbres, y que las disfrutéis tanto como lo hacemos en MaGIC. ¡Hasta la próxima!
